Jesús María Hernández Rivas, profesor de nuestra facultad y hematólogo del Complejo Asistencial de Salamanca, lidera un ambicioso proyecto europeo con el que se pretende crear una base de datos con el registro de enfermos que tienen hemopatías malignas, «para intentar determinar cuáles son los mejores tratamientos que debemos realizar asociados a las diferentes características de edad y de diagnóstico», como precisa este especialista que encabeza esta iniciativa junto a Guillermo Sanz Santillana, del Hospital Universitario La Fe de Valencia.
Este proyecto, denominado ‘Harmony’, estará coordinado desde el Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL), de cinco años de duración y dotado con 40 millones de euros. Su desarrollo se realizará a través de un consorcio que reúne a 51 socios de 11 países europeos entre los que se encuentran siete empresas farmacéuticas.
Como apunta el hematólogo Jesús María Hernández Rivas, se trata de un grupo de investigadores de diferentes universidades europeas que llevan casi dos años preparando este proyecto: «Nace de la confluencia de una serie de ideas de diferentes hematólogos españoles, alemanes e italianos, fundamentalmente, que trabajos desde hace años en otros proyectos europeos y que nos une una característica y es que tratamos a enfermos con leucemias y linfomas, con hemopatías malignas», precisa. Este especialista del Complejo Asistencial de Salamanca insiste en que en ‘Harmony’ están implicados los servicios de Hematología más relevantes de Europa, además de una contribución sustancial de la industria farmacéutica, «que son líderes en el tratamiento de las enfermedades hematológicas malignas». Asimismo, destaca una característica del proyecto y que lo hace distinto de otros, «y es dotar y cubrir todo el espectro de lo que es la enfermedad hematológica».
En el proyecto también participan asociaciones de enfermos, las agencias reguladoras de medicamentos (como la Agencia Española del Medicamento), así como diferentes instituciones que tienen que ver con la economía de la salud. «Es un proyecto que intenta cubrir todas esas perspectivas de lo que es el tratamiento integral de la persona, y lo que queremos hacer fundamentalmente es generar una base de datos con un registro de los enfermos que tienen hemopatías malignas para intentar determinar cuáles son los mejores tratamientos que deben realizar, asociados a las diferentes características de edad y de diagnóstico».
Agilizar la llegada de los medicamentos
Hernández Rivas reconoce que cada vez disponen de mejores medicinas, «muchas más dianas terapéuticas, pero entendemos que el camino que tiene que seguir un medicamento desde que se genera hasta que realmente llega al enfermo es demasiado largo, y vamos a intentar reducir ese camino para que los enfermos puedan disponer antes de ese medicamento». Este hematólogo asegura que en ocasiones, sobre todo en enfermedades hematológicas, que son raras y poco frecuentes, «la realización de ensayos clínicos es difícil porque el reclutamiento de enfermos es complicado dada la baja prevalencia», insiste. Pero cree que si se dispone de buenas bases de datos en las que tengan información de mucha calidad, «con enfermos estudiados en profundidad, y saber qué tipo de resultados han obtenido con los diferentes medicamentos, probablemente estemos dando la pauta para que los nuevos fármacos que se van a producir tenga un acceso al mercado más rápido». Este hematólogo subraya que esa es la idea global y la importancia del proyecto.
Por otra parte, precisa que los beneficios de un proyecto de investigación «nunca se obtienen a un corto plazo porque es algo difícil de obtener». Este responsable de ‘Harmony’ espera que a corto y medio plazo ya se avance algo al sentar en la misma mesa a todos los interlocutores, a enfermos, a agencias reguladoras y a los médicos que tratan a estos enfermos. La intención de los líderes de este proyecto es que se agilice el paso del medicamento al enfermo, «que los nuevos fármacos tengan mayor capacidad de llegar antes al mercado, porque es posible que una mayor agilidad y acortamiento de eso suponga un menor coste en el desarrollo de estos fármacos, y eso va a redundar en el beneficio de la sostenibilidad del sistema».
Jesús María Hernández Rivas se pregunta: «¿Por qué Hematología y no otras enfermedades?», a lo que responde que en Hematología llevan muchos años trabajando de manera cooperativa, «trabajamos con protocolos y grupos de estudio a nivel nacional, pero uno de los problemas que existen es que generalmente la información de la que se dispone en grupos de trabajo aislados». Es decir, que cada grupo de trabajo tiene datos y lo que quieren hacer es abrir, facilitar la posibilidad de que esos datos que ahora están guardados, «puedan fluir de una manera sencilla». Este hematólogo resalta que en el momento en el que se aumente la información se incrementará el conocimiento, «y eso va a redundar en beneficio de todos, de los enfermos y de los hematólogos que los tratamos». Hematología lleva tiempo trabajando en ello y disponen de buenas bases de datos no relacionadas entre ellas en la mayoría de los casos, «porque es difícil relacionarlas». Y Hernández Rivas destaca otro aspecto que considera importante relacionado con los datos genéticos de estas enfermedades, «ya que en el caso de las enfermedades hematológicas se dispone de un gran arsenal de información, pero muchas veces hay datos genéticos muy profundos pero no hay datos clínicos que estén en consonancia».
Unificar la información existente
Los hematólogos necesitan que todos esos datos converjan, «porque la información en cierto modo tiende a estar un poco dispersa y lo tenemos que juntar para realmente saber qué es lo que tenemos». Los próximos días 16 y 17 de enero se reúnen en Salamanca los responsables de este proyecto europeo para de esta manera arrancar de manera oficial y empezar a interaccionar unos grupos con otros.
Los tumores hematológicos son un grupo complejo de enfermedades que afectan a la sangre, la médula ósea y los ganglios linfáticos, entre las que se encuentran el Mieloma Múltiple, la Leucemia Mieloide Aguda, la Leucemia Linfoblástica Aguda, la Leucemia Linfocítica Crónica, los Linfomas no Hodgkin, los Síndromes Mielodisplásicos y las hemopatías malignas pediátricas.
Fuente: SaludaDiario.es